¿POR QUÉ NO OYEN EL EVANGELIO?
Introducción
Muchos historiadores y analistas que estudian en profundidad, se encuentran
con un misterio a la hora de descifrar los porqués de cada época. La mayoría no logra descifrar cuales son las razones
por la que el mundo haya tomado esta dirección en la que se encuentra, muchos
que no logran comprender que es lo provoca la situación actual del mundo.
Entre tantas etapas, la más importante es la era cristiana (Siglo I al
presente), aunque los historiadores seculares no la consideren así.
Desde los inicios del cristianismo, la humanidad ha pasado por el imperio
romano, las invasiones bárbaras, la edad media, el renacimiento, la edad
moderna, para llegar a esta última etapa que llamamos “edad contemporánea”. ¿Pero qué son? ¿Qué
significan? ¿Y qué relación tienen con el Evangelio?
Déjenme resumirlo con el siguiente panorama.
1000 años antes de Cristo, la humanidad vivía de la agricultura, la caza,
la recolección y la supervivencia básica. A posteriores, la falta de recursos y
la necesidad de supervivencia de los reinos los obligó a entrar en guerras con
sus semejantes hasta que 400 años más tarde surgieron los grandes imperios.
Desde el 600 aC Satanás ha buscado y busca, enseñar y persuadir a unos
cuantos hombres con la sensación de poder, de dominio, de riqueza, de fama y
popularidad y sobre todo, les muestra el esplendor del mundo mediante el poder
comercial y militar. A través de las Escrituras podemos ver que Satanás ha
intentado persuadir inclusive a Jesús con esa maligna cultura de una humanidad
sin Dios (Mt 4:8).
Desde que el maligno le mostró ese poder al hombre, el hombre fascinado lo
malinterpretó tanto, que lo impuso como estilo vida, creando grandes sistemas
de control basado en guerras, sometimiento intelectual, sometimiento militar,
tinieblas y esclavitud.
Fue entonces (Siglo I), que el Reino de los Cielos se acercó y se manifestó
a los hombres a través del Señor Jesús, quién fue asesinado por el poder
religioso e imperial de aquel tiempo, muriendo por los pecados y trazando un
Camino hacia la Vida Eterna mediante un cambio cultural profundo, es decir, hacia
una vida sin pecados, una vida sencilla, sin afanes, en definitiva, una vida
apartada del mal (vida santificada).
Sabemos que, desde el derramamiento del Espíritu Santo, la Evangelización
ha sido y es el medio para expandir el Reino de la Luz en medio de las tinieblas
del mundo. Obviamente los dirigentes del mundo no se quedarían sin hacer nada,
de hecho, una injuriosa e interminable guerra hasta el fin había comenzado. Y
desde el siglo I la predicación del Evangelio ha provocado que el sistema (la
penúltima y última bestia) inviertan tiempo y enormes recursos en estrategias
de todo tipo de control y planteos filosóficos para contrarrestar el avance del
cristianismo.
Consideremos lo que dicen las Escrituras al respecto:
1 Juan 5
19 Sabemos que somos de
Dios, y el mundo entero
está bajo el maligno.
Lc 4:6;
2
Corintios 4
4 en los cuales el dios de este siglo cegó
el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
1
Timoteo 4
1 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos [postreros, siguientes] tiempos algunos apostatarán de
la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas
de demonios;
Entonces; ¿Qué es lo que va a hacer el enemigo?: Hará lo necesario para
engañar y cegar al mundo con diferentes tipos de enseñanzas, a fin de que no
escuche el Evangelio, sino que siga la corriente maligna del mundo. Por eso
todo ser humano que nace en el mundo queda expuesto a la voluntad satánica que
fascina con los deseos de la carne. Mientras que el Evangelio cambia la
voluntad satánica por una cultura Espiritual.
Efesios
2
2 en los cuales
anduvieron en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia,
3 entre los cuales también todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de
ira [furia], lo mismo que los demás.
Analizando los tiempos
Durante el primer siglo, el Evangelio no tenía grandes barreras culturales,
no había ideologías profundas, la única barrera a vencer era el amor al dinero
y el afán por la supervivencia. El alto grado de analfabetismo provocó que el
Evangelio penetrara hasta el corazón de la misma Roma. Se estima que hasta el
siglo III más del 35% de la población era cristiana a pesar de las horrendas
persecuciones.
Después vino la “edad media” (Siglo VI al XV) en la que hubo una astuta
maniobra por parte de los poderes religiosos infiltrándose en la Iglesia para
que a posteriores se estableciera la primera y cruel institución religiosa
dominionista sobre la humanidad (religión católica). Y a medida que pasaron los siglos el poder religioso católico acrecentó
sus poderes y bienes enormemente mientras mantenía pobre e ignorante a las
masas sumidas a las monarquías bárbaras.
En aquel entonces, una gran parte del cristianismo fue sometido a
sobrellevar una vida ignorante basada en la agricultura y ganadería, mientras
que un remanente permanecía ajeno a los intereses católicos quienes fueron
cruelmente perseguidos por el catolicismo. Nuevamente, el alto grado de
analfabetismo permitía que el Evangelio alcanzara los niveles más bajos de la
sociedad. Al mismo tiempo en un ámbito medio o de mayor nivel, el cristianismo
crecía culturalmente, en fe, en ciencia, en literatura, lo que provocó que
Satanás también tuviera que avanzar con una cultura engañosa.
Por eso, luego vino el “renacimiento” (Siglo XV), un maligno movimiento
cultural que desembocó en la “edad moderna”. El renacimiento propuso una
filosofía profunda en las mentes de los hombres. Esa filosofía estaba basada en
controlar los sentimientos, las pasiones y los impulsos del hombre mediante la
razón humana (renace la educación secular greco-romana). Eso fue un golpe duro
al cristianismo, porque por primera vez una muy engañosa y profunda filosofía
lograría que el hombre ya no sintiera “culpas” por su modo de actuar y de
vivir. Esa ideología implantada en las mentes de aquellos siglos comenzó a
trabajar en la razón del hombre, haciendo que por sí mismo lograra definir
equivocadamente y a conveniencia, lo que es bueno y lo que es malo, lo correcto
y lo incorrecto, pero sin Dios. Esa falsa “liberación” abrió el camino hacia
nuevas formas filosóficas como la “iluminación” y la “ilustración”, ideologías
más profundas y más perversas que dieron forma al “humanismo” encerrando al
hombre en un sinfín de teorías malignas, en falsas ciencias o pseudo-ciencias,
religiones con doctrinas de demonios, también en falsas democracias, y mucha
tecnología para entretener y mantener en el perpetuo consumismo esclavista a
toda la humanidad.
1 Juan 2
16 Porque todo lo
que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Así que todo lo que se vive, todo lo que forma parte de la vida del hombre
del siglo XXI, su educación, su trabajo, sus afanes, el dinero, la tecnología,
el libertinaje, todo fue diseñado e implementado exclusivamente para evitar que
el Evangelio avance sobre el mundo.
Hoy el peor enemigo del Evangelio, es el “humanismo” con todo su poder, con
su "revolución científica" basado en el “capitalismo y consumismo”
con todas sus organizaciones humanas e instituciones seculares (FMI, BM, ONU,
UNESCO, UNICEF, OMS, NASA, SPACEX, etc), con su filosofía e ideologías que aún
el cristianismo religioso abrazó buscando un falso equilibrio entre ser
cristiano y vivir según las reglas del mundo.
Todo ser humano que nace en estos tiempos, es dirigido hacia una poderosa
prisión para su mente; Lo veo todo el tiempo en ese afán de todo ser humano por
perseguir una ilusión, un oficio, una profesión, un deporte, un trabajo, una
relación, una pasión, un estilo de vida basado en bienes; Y algunos más
avanzados buscan el poder, la fama y la popularidad. Porque todo se inventó
para esclavizar al hombre. Todas las ciencias, las religiones, las
organizaciones socio-económicas estatales y toda la tecnología, son utilizada
para mantener al hombre entretenido y fuera del alcance del Evangelio. Y esta
es la razón por la que los cristianos de estos tiempos pierden tanto tiempo en
los afanes de la vida dejando lo más importante, la fe, el evangelismo y la
vida en santidad. Y como consecuencia la Iglesia apaga su lámpara y se duerme.
Ya con anterioridad, el Espíritu nos había solicitado que evitáramos caer
en cosas sin sentido, que evitáramos la vida sin sentido, que evitáramos
absorber las ciencias mundanas, porque solo nos envenenarían y nos desviarían
de la fe (aunque parece que ya es tarde para hablar de ello).
1 Timoteo 6
20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las
profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada
ciencia, Col
2:8; 2Ti 2:16; 2Ti 3:5; 2Ti 4:4; Tit 1:14; 1Ti 1:11; 2Ti 1:12; 2Ti 1:14; Tit
1:3; He 12:13; 1Ti 1:4; 1Ti 4:7; Tit 3:9;
21 la cual
profesando algunos, se desviaron de la fe.
La gracia sea contigo. Amén.
Hoy veo a tantos cristianos profesar el humanismo, veo tantas universidades
teológicas, tantos seminarios, tantas escuelas religiosas siguiendo los mismos
preceptos, los mismos pensamientos humanistas, la misma ideología, los mismos
valores, los mismos programas y temarios mundanos, con todos los argumentos de
la falsamente llamada ciencia, que en definitiva han roto o suplantado todos
los modelos bíblicos. Han roto el modelo bíblico de familia, han roto el modelo
bíblico de vida cristiana, han tergiversado el modelo bíblico de Iglesia, han
desechado el modelo bíblico de comunidad cristiana, han tergiversado la evangelización
y todo el cristianismo actual está sumergido en modelos humanistas basados en
el egoísmo.
Si miramos con atención vemos como esos modelos egoístas están acabando con
las familias cristianas. Veo a la mujer cristiana abandonando su rol y su lugar
en la familia, veo al hombre cristiano carecer de responsabilidad y madurez,
veo a los padres cristianos abandonar a sus hijos, dejándolos a la deriva.
Todos viviendo en ese ridículo y vano modelo de trabajar tanto, de esforzarse
tanto para que los hijos terminen los estudios primarios, secundarios,
terciarios y universitarios, a fin de perpetuar la esclavitud consumista. ¿Por
qué lo hacen?, Lo hacen porque están engañado y fascinado con el mundo, lo
hacen porque no conocen otra manera de sobrevivir. Y a pesar de que muchos estudian
y se reciben con mucho esfuerzo, no logran lo que pretenden, no viven de lo que
han estudiado, de hecho, veo a muchos profesionales trabajando de vendedor, de
cajero, de administrativo, de chofer, de policía, de empleado municipal, auxiliar,
etc. Y en su infelicidad esperan que sus hijos continúen el mismo camino, ¿por
qué? Porque no tienen la Fe para vivir, no creen en el Evangelio y eso los
obliga a vivir según las mentiras del mundo.
Con esto queremos que sean consciente del porqué cuesta tanto predicar y
alcanzar el Evangelio a las personas de hoy; Porque lo hacen desde un alto
grado de contaminación, desde una inútil cultura humanista. Y hasta que no
desechen y aborrezcan el mundo y su cultura, no podrán obrar dignamente para el
Señor Jesús.
Si queremos que el Evangelio produzca un efecto genuino, debemos desechar
lo que tantas religiones y sus denominaciones han bebido emborrachándose con
filosofías humanistas.
Debemos vivir la Fe que predicamos, confiar en Dios, poner los ojos en
Jesús, en sus propósitos, vivir la vida del Señor Jesús. Y eso requiere un profundo
cambio cultural.
El Señor Jesús viene y sin santidad nadie le verá. Si no desechas la
cultura mundana no le verás.
Para tener en cuenta
Entonces, a la hora de hablar con un incrédulo, debes saber que estás
enfrente de un esclavo consumista que cuando se vea confrontado con el
verdadero Evangelio defenderá con uñas y dientes el estilo de vida que le
impone el mundo, aunque tristemente no lo pueda alcanzar.
Al hablar de Cristo con otras personas debes saber de dónde proviene su
cultura, su adiestramiento. No olvides que los incrédulos son prisioneros de la
cultura humanista, aprisionados con muchas teorías, con mucha sicología. El
incrédulo debe ser visto y comprendido como un esclavo de un vil sistema que lo
mantiene enfermo y dependiente del dinero, de los fármacos y de los
entretenimientos del mundo.
Tienes que libertarte tú para poder libertar a otros.
Finalmente, debes saber que la mayoría de los incrédulos sufre
silenciosamente, llora en su prisión y vive rodeado de penas. Algunos se
sumergen en vicios, otros buscan respuestas. A la hora de hablar con personas
así no intentes sumergirte en los problemas de las personas, no intentes ponerte
a la altura de sus sufrimientos, de sus penas, porque la mayoría piensan que
son buenas personas, que son víctimas del mal proceder de instituciones,
patrones, personas o familiares cercanos. Debemos hacerles reflexionar desde la
raíz de los problemas, considerar las causas, inducir la consciencia a través
de las Escrituras para que entienda que todo es consecuencia de su mal
proceder; Entonces a partir de allí manifestar el juicio de Dios contra los
pecadores y los medios para ser librados de ese horrendo juicio.
Lo que los incrédulos
deben ver en nosotros
Tito 2
7
presentándote tú en todo como ejemplo
de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
Si no tienes un buen ejemplo no
intentes predicar, si no tienes doctrina no intentes evangelizar, si no tienes
integridad y seriedad jamás tomarán en serio el Evangelio.
Cada uno de nosotros (como cristianos)
debemos tener siempre presente, que Espiritualmente somos imagen de Cristo y
eso debe reflejarse con una buena conducta y una buena actitud.
Los que recién se inician en el
Camino buscan parámetros de buena conducta, de buen vivir, así que debemos
siempre portarnos bien, porque los que aborrecen el Evangelio siempre estarán
presto a señalar sus errores.
¡DESPIERTEN HERMANOS!
¡DESECHEN EL HUMANISMO!
¡DESECHEN LA VIDA QUE PROPONE EL MUNDO!
PRENDAN LAS LÁMPARAS, ENCIENDAN SUS VIDAS, SEAN LUZ, porque, aunque sea
difícil, aunque nos esperen burlas, amenazas y cárceles debemos predicar el
Evangelio.
Efesios
4
17 Esto, por lo tanto,
digo y requiero en el Señor: que ya no anden como los otros gentiles, que andan
en la vanidad de su mente, Ro 1:21; Ef 2:1-3; Ef 4:22; Col 2:18;
Col 3:7; 1Ts 2:12; 1P 1:18; 1P 4:3; 2P 2:18; Ro 1:9; Ro 1:18;
18 teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en
ellos hay, por la dureza de su corazón; Mr 3:5; Ro 11:10; Ef 2:12; 1Ts 4:5;
19 los cuales, después
que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia [conducta
libertina y descarada] para cometer con avidez toda clase de impureza.
1R 21:25; Pr 23:35; Ro 1:24; Ro 1:26; Ro 1:28; 1Ti 4:2; 1Ts 4:17;
20 Mas ustedes no han
aprendido así a Cristo, Mt 11:29;
21 «si en verdad» le
han escuchado, y han sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en
Jesús. Ef 1:13; Col 2:7; 2Ts 2:10;
22 En cuanto a la pasada manera de vivir,
despójense del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, Ro 6:6; Col 3:8; Col 3:9; He 3:13; He 12:1; Stg 1:21;
1P 2:1; Ro 7:6; Ro 13:12; 1Co 5:7-8; 2Co 3:14; 2P 3:11;
23 y renuévense en el espíritu de su [de
ustedes] mente, Ro 12:2; Sal 51:12;
24 y vístanse del nuevo hombre, creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Ro 6:4; Ef 2:10; Mr 13:19; Jn 1:3; Ro
13:12; Col 3:10; 2P 1:4; Ap 3:14; 1P 4:2;
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablen
verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Zc 8:16; Ro 12:5; Ef 4:15; Col 3:9; Pr 31:25;
2 Tesalonicenses
1
7 y a ustedes que son atribulados, darles reposo con
nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de
su poder,
8
en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesús, el Cristo
9
los cuales sufrirán pena de eterna
perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus
santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio
ha sido creído entre ustedes).
La Paz del Señor Jesús
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