Lamentablemente cada vez que se menciona
esta palabra, la mayoría de las personas piensan en un edificio, es decir, en
un espacio físico que se utiliza para actividades religiosas. Esto se debe a
las doctrinas preconcebidas instauradas por las instituciones religiosas.
Lo cierto es que, llamar Iglesia a un
espacio físico es una falacia.
Para entender el significado tenemos que
remontarnos al origen y aplicación de la palabra:
Del griego ekklhsia
[1416] “ekklisia”: etimológicamente significa “Llamados afuera”, y el concepto
del mismo es "congregación", "asamblea", "comunidad".
El término deriva de la unión de dos vocablos:
ek “ek” = fuera de
klhsiv
“klisis” = Llamamiento kalew [2262] “kaleo” = llamar, nombrar,
reconocer
Traducida al latín y de allí al castellano, nos queda:
[IGLESIA:
Congregación, asamblea, concilio.
Conjunto de personas adeptos a las enseñanzas cristianas]
Entonces, el vocablo proviene del
griego y hace referencia a la denominación de un antiguo vocablo usado para
distinguir a un cuerpo colegiado reunido para considerar o determinar asuntos
socio-políticos de un Estado. Esto, posteriormente redefinió el vocablo para
darle el significado o traducción de Iglesia = “Asamblea”
Algunos sinónimos son: Concilio,
Congregación, Reunión Grupal o Concurrencia.
Un
poco de historia
Los judíos helenizados usaban
esta palabra para designar a la congregación de Israel (En la versión LXX puede
ser verificada), ya que ellos consideraban a Israel como la Congregación o
Asamblea llamada por Dios fuera del mundo, que es una forma de decir “El Pueblo
Escogido”.
El vocablo “ekklesia” o “Iglesia”
es un vocablo griego que no se tradujo, sino que se mantuvo en su sintaxis por
el valor doctrinal que implicaba tal palabra.
En las epístolas bíblicas podemos
ver que el vocablo o palabra “ekklesia” pasa de un adjetivo verbal a ser un
sustantivo para asignarla a la “compañía” de los congregantes.
También se usa esta palabra para
hacer referencia a la congregación de un distrito, tomando cada vez más un
valor directo al cuerpo colegiado de personas creyentes, ¡Cuidado! solo al cuerpo
de creyentes no al lugar o espacio, un ejemplo de ello está en Ro 16:23, en la que denota que Gayo era
“hospedador … de toda la iglesia” sugiriendo que la congregación en Corinto se
reunía generalmente en casa, donde también Pablo vivió por un tiempo.
Hay que destacar que a medida que nos
vamos acercando al valor doctrinal del vocablo “Iglesia”, no vemos en los
Evangelios (Mt, Mr, Lc, Jn) al Señor Jesús hablar
de la Iglesia como un objetivo o propósito determinado; Jesús nunca dijo a sus
discípulos que fundaran Iglesias, tampoco les dijo que practicaran reuniones
con horarios fijos los fines de semana y que se cantaran cánticos y que se
realizaran meditaciones y otras cosas, es evidente que el Señor Jesús estaba
evitando que el Evangelio se convirtiera en una religión.
Es importante denotar que Jesús ordenó
predicar el Reino de los Cielos y expresó que sobre sí mismo edificaría la
Iglesia Espiritual, no sobre “Pedro” (Mt 16:18),
porque muchos argumentan (sobre todo la religión católica y algunas denominaciones
protestante) que sobre Pedro se habría de edificar la Iglesia, sin embargo, el
Señor Jesús le estaba diciendo a Pedro que si bien él es una "roca
pequeña", Jesús sería para siempre la Piedra Angular (Ef 2:20-22) y que a Pedro se le daría la llave (Mt 16:19), (que "abriría", el que
"iniciaría" el trabajo Espiritual) (Hch
2:14-42) (tan solo esto destruye por completo toda la estructura papal
religiosa católica y sus argumentos que no son más que una mentira basada en la
tergiversación o mala interpretación del versículo mencionado)
Así que la Iglesia más que un propósito,
nace como consecuencia o fruto de la predicación del Evangelio sobre los
creyentes. En las Escrituras podemos ver que la Iglesia (como congregación)
nació de las prácticas comunes de mantenerse reunidos “unánimes” (Hch 1:14; 2:1; 2:46) y que tales reuniones eran
buenas por lo cual esta práctica se estableció como un rudimento, como un
“modus operandis” de los convertidos hasta la venida del Señor.
Podríamos decir entonces que:
La
Iglesia es el conjunto de todos los hijos de Dios convertidos al Señor, que
tienen en común una Fe y la perseverancia del Evangelio de la Vida Eterna.
La
Iglesia son el conjunto de todos aquellos “llamados afuera” del mundo hacia la
Luz.
Pero
esto no implica que todos los que se reúnan sean parte de la Iglesia, como
tampoco implica que las religiones sean consideradas iglesias.
Valor
Doctrinal
Conociendo el significado del vocablo
“Iglesia” sobre un contexto social, podemos indicar cuál es su valor doctrinal y
lo que implica
¿Qué
es la Iglesia?
Fue sencillo explicar el significado del
vocablo, lo complicado es comprender su valor, para entenderlo miremos lo que
el Espíritu Santo ha revelado a Pablo con respecto a esto:
Colosenses 1
18y
él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre
los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
24Ahora me gozo en lo
que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo
por su cuerpo, que es la iglesia;
1 Timoteo 3
15 para que si tardo,
sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia
del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
Efesios 1
22 y sometió todas las
cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
En
estos textos que hablan de la Iglesia, Pablo usa la analogía de considerar a la
Iglesia como un cuerpo humano. Consideremos al cuerpo humano; Sabemos que el
cuerpo es lo más importante para el ser humano; Cada persona en este mundo
quiere y estima en demasía su humanidad, cuida de su cuerpo. Cada ser humano se
dedica a mantener y a cuidar el aspecto físico del cuerpo. Para la mayoría lo
estético es lo más importante, dedican horas en gimnasios, deportes, salones de
belleza, gastan mucho dinero en vestimenta, cosmética y medicamentos para la
salud, hacen todo lo posible por mejorar la apariencia y estar bien, y si están
enfermos asisten prontamente a un médico, si se ven delgado o gordo van a un
gimnasio. ¿Quién no estima su humanidad?, nadie puede decir que no, le
dedicamos mucho tiempo en alimentarlo, bañarlo, vestirlo, perfumarlo y llenarlo
de accesorios preciados. Tenemos en mente que nuestro “yo” se refleja en los
físicos.
De
la misma manera “la Iglesia” es lo más importante para Cristo Jesús, y fue muy
práctico en enseñarnos este valor. La Iglesia es Cristo juntamente con
nosotros. Cristo es la cabeza y nosotros los miembros de su cuerpo. Cristo es
la parte principal, la que dirige y mueve el cuerpo, esto implica que el cuerpo
está o debe estar sujeto en obediencia a la voluntad de Jesús, no sujeto a la
voluntad de hombres o a voluntad de la religión. Cristo es el que debe movernos
y dirigirnos por medio de su Espíritu que mora en nuestro interior y las
Escrituras es el manual de vida y actividad.
A
su vez la Iglesia es “la habitación de Dios”, “casa de Dios”, columna y
baluarte de la Verdad.
La
Iglesia es de Dios, no de los hombres ni de la religión. Cristo es el dueño de
la Iglesia, la Iglesia no es de los pastores, ni de los ministros, ni de
ninguna religión cristiana. Jesús es el Señor de la Iglesia y los que ministran
solo son siervos, solo son esclavos.
Valor particular
1 Corintios 12
27 ustedes, por lo
tanto, son el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en
particular
Efesios 4
15 sino que siguiendo
la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Colosenses 2
19 y no asiéndose de
la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el
crecimiento que da Dios.
De
manera particular cada hijo de Dios convertido pasa a ser una célula en el
Cuerpo de Cristo, una parte vital. La célula no es la Iglesia, la unión de
ellas lo son. Con este criterio podemos decir que una célula no puede estar
sola o separada de las demás, pues es dependiente de las actividades de sus
pares, así que la célula por naturaleza quiere estar con sus compañeras, las
necesita para vivir, esa unión es provocada por el amor que es una fuerte ligadura,
una fuerte coyuntura, la cual utiliza para alimentarse y crecer.
Cada
célula depende de la otra y todas en conjunto hacen al cuerpo.
No
debemos pensar que la Iglesia está unida solo en las reuniones, no debemos
pensar que el cuerpo es un rompecabezas que se arma en los días de reunión. Las
reuniones hacen a la unidad congregacional, pero el cuerpo siempre está unido
por el Espíritu Santo, en un mismo sentir, en una misma fe, en una única
esperanza.
La Iglesia es Espiritual
Hechos 17
24 El Dios que hizo el
mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita
en templos hechos por manos humanas, 25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a
todos vida y aliento y todas las cosas.
1 Corintios 3
16 ¿No saben que son templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes? 17
Si alguno destruyere el templo de
Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual son ustedes,
santo es.
1 Corintios 6
19 ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son suyos? 20 Porque han sido comprados por precio; glorifiquen,
pues, a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.
La
Iglesia de Cristo es Espiritual, no hay nada material que pertenezca al Cuerpo;
Dios no habita en templo de materiales. No debemos pensar bajo ningún punto de
vista o conceptos propuestos por hombres o religión que el edificio de reunión,
las casas, las sillas, el pupitre, las biblias y todo aquello que sea tangible
sea la Iglesia o tenga algún valor similar a ella.
Se
comete un grave error y una difamación cuando tratamos a las cosas materiales
como Iglesia o parte de ella.
Hechos 17
24 El Dios que
hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la
tierra, no
habita en templos hechos por manos humanas, 25
ni es
honrado por manos de hombres, como si necesitase de
algo; puesto que él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
Y
si aún pensamos que al lugar o edificio podemos llamarlo “Templo” incurrimos en
otro grave error, pues nosotros somos “El Templo de Dios”. Dios no necesita un
espacio o una superficie en este mundo, de Él son todas las cosas y por Él
subsisten. Dios nos ama a nosotros y quiere estar en nosotros, no en lo que
hagamos con las manos.
Y
si aún pensamos en llamar al edificio o lugar de reunión “Casa de Dios”
incurrimos en otro grave error, porque la Casa de Dios es la masa
congregacional, no lo material.
El
espacio físico o salón de reunión es solo eso, un “local de reunión cristiana”.
La Iglesia es parte del Reino de Dios y no de la
religión
Anteriormente
a la Iglesia, Dios había establecido un Pacto con el pueblo judío y estableció
su reino con ellos, pero dada su terquedad y dureza, el reino fue quitado de
ellos y dado a los gentiles, estableciendo en ellos un Nuevo Pacto una nueva
constitución en el Espíritu, a ese reino pertenece la Iglesia
Mateo 21
43 Por tanto les digo, que el reino de Dios será quitado de ustedes, y
será dado a gente que produzca los frutos de él.
Lucas 22
29 Yo, pues, les asigno un reino, como mi Padre me
lo asignó a mí,
Hebreos 12
28 Así
que, recibiendo nosotros un reino
inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole
con temor y reverencia;
1 Tesalonicenses 2
12 y
les encargábamos que anduviesen como es digno de Dios, que los llamó a su reino
y gloria.
1 Corintios 15
50 Pero
esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de
Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
Un
hijo de Dios es parte del Reino de Dios porque cree en el Señor Jesús y se ha
bautizado en su nombre y persevera en la sana doctrina impartida por el
Espíritu.
La
unidad y la esperanza llevan a cada uno a compartir y a interactuar con sus
pares.
Hasta
aquí esperamos con gozo que a través del contexto bíblico cada uno comience a
corregir los conceptos que tenía con respecto a la Iglesia y que se despoje de
los rudimentos impuestos por las religiones, pues es a causa de las religiones
que la Iglesia ha perdido el valor Espiritual de muchas Palabras que deberían
ser fundamentales para su desarrollo. Es a causa de las religiones que la
Iglesia de Cristo en vez de estar unida, está dividida por doctrinas de
hombres, divididas por denominaciones (pentecostales, bautistas, metodistas,
libres, ortodoxos, etc.) en definitiva, está dividida por la ambición de
hombres corruptos que usan la Fe como fuente de ganancia y dominio intelectual.
Las reuniones y sus actividades
Mateo 28
19 Por tanto, vayan, y hagan discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que les
he mandado; y he aquí yo
estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Reiteramos
que, a partir de la comisión de Jesús a sus discípulos, nace la Iglesia.
Recordamos
que uno es miembro de la Iglesia, si y solo si el Espíritu de Cristo mora en su
interior.
El
hecho de haber comparado al hijo de Dios como una célula que necesita a las
otras nos lleva a comprender la necesidad de establecer reuniones para
compartir, orar, velar, alabar, enseñar y meditar.
Analicemos
un poco la Iglesia primitiva:
Hechos 2
42 Y perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones. 43 Y sobrevino temor a toda persona; y
muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos
los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45
y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la
necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 4
32 Y la multitud de los que
habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada
de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con
gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre
ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las
vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies
de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
Al
leer esto, preguntamos: ¿Cuánto se parece el formato de congregación actual con
respecto al modelo bíblico? ¿Cuantas de sus actividades son las nuestras?
Tenemos las mismas prácticas, las mismas metas? Tenemos mucho que rever y
considerar.
Pero,
las reuniones entonces son una consecuencia de la actividad propia de la
Iglesia. Las reuniones son herramientas rudimentarias basadas en principios que
más adelante describiremos, que por ahora diremos que NO es una obligación sino
una necesidad Espiritual basada en el amor a Dios y al prójimo.
1 Corintios 14
26 ¿Qué
hay, pues, hermanos? Cuando se reunen,
cada uno de ustedes tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene
revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
Después
de que Jesús ascendió al Cielo desde el Monte de los Olivos, los primeros
discípulos y seguidores permanecían unánimes (Hch
1:14), hasta que descendió el Espíritu Santo y el Reino de Dios comenzó
a crecer y expandirse por todo el mundo. Consecuencia de esto grandes
multitudes de gentes de todas las naciones se convertían al Señor, despojándose
de todo por seguir y esperar al Señor. Fue que sujetos a la esperanza de su
venida que las reuniones fueron una herramienta útil para complementar y
completar la edificación Espiritual de los que se convertían; Por lo tanto, las
reuniones se establecieron como régimen usando, primeramente, las casas de los
conversos como centro de reunión. Las prácticas y actividades en las reuniones
nacieron de las Palabras de Jesús y de los apóstoles:
Mateo 18
20 Porque
donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Las alabanzas y oraciones como actividad de la
Iglesia
Efesios 5
19 hablando
entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en sus corazones; 20 dando siempre gracias por
todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesús el Cristo.
Hebreos 2
12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré.
Hebreos 13
15 Así
que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer bien y
de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Las enseñanzas y meditaciones como actividades
necesarias en la Iglesia
La
mejor actividad de la Iglesia es la impartición de enseñanzas, porque con ellas
se corrige absolutamente todo, situaciones, sociales, situaciones personales,
situaciones espirituales, etc.., siempre y cuando se utilice las Escrituras
como única fuente de enseñanza.
Hechos 11
26 Y
se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos
por primera vez en Antioquía.
Colosenses 3
16 La
palabra de Cristo more en abundancia en ustedes, enseñándose y exhortándose
unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en sus corazones al Señor
con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hagan,
sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él
La Cena como actividad en la Iglesia
1 Corintios 11
23 Porque
yo recibí del Señor lo que también les he enseñado: Que el Señor Jesús, la
noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomen, coman; esto es mi cuerpo que por ustedes es partido; hagan
esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de
haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto
todas las veces que la bebieren, en memoria de mí. 26 Así, pues,
todas las veces que comieren este pan, y bebieren esta copa, la muerte del Señor
anuncian hasta que él venga.
Concluimos entonces que las reuniones y sus
actividades son necesarias y son parte de la Obra Espiritual complementaria
para edificación.
Hebreos 10
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de
nuestra esperanza, porque
fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos
unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto ven que aquel día se acerca.
Resumiendo, podemos mostrar que los objetivos
fundamentales de las reuniones son:
1º - Edificación Espiritual del Cuerpo de Cristo
mediante la impartición de enseñanzas basadas en la Sana Doctrina, usando como
herramientas las Escrituras para exhortar en toda sabiduría.
2º - Velar en continua oración.
3º - Compartir alabanza y adoración al Señor Jesús
con himnos y cánticos Espirituales.
4º - Amar al prójimo
velando por la necesidad de los más necesitados, ocupándonos de ellos,
considerando el siguiente orden: Primeramente, huérfanos, en segundo lugar, las
viudas, en tercer lugar, los pobres.
5º - Practicar la Cena ordenada por el Señor
La
Iglesia no debe salirse de los objetivos anteriores, la Iglesia está para
contener a los hermanos, para edificarlos Espiritualmente y completar la
perfección.
Hacemos
notar que en ninguna parte del Nuevo Testamento (ni siquiera fue ordenado por
Jesús) la construcción de edificios, ni la formación institucional jerárquica,
ni la implementación de instrumentos musicales, ni la recaudación de dinero, ni
la prestación de servicios comunitarios para los que no son de la Iglesia.
Todas estas cosas fueron impulsadas por falsos ministros (nicolaítas,
balaamitas, jezabelitas) que se impusieron después de la muerte de los
apóstoles (Hch 20:29; 2 Pe 2:1-3) con el
único fin de comercializar y enriquecerse y mucho de eso se ve en la práctica
actual promovida por las instituciones religiosas.
Hoy
en día, la religión ha predominado mucho sobre la Iglesia, la ha
institucionalizado y centralizado con reglas humanas y se ha impuesto con
actividades, aptitudes y costumbres religiosas que se imponen a los
congregantes y que no pertenecen a la Iglesia.
Es
muy difícil despertar a un hijo de Dios que ha bebido por mucho tiempo el vino
de la religión, es muy difícil que un cristiano derribe en sí mismo los
argumentos y procesos con lo que la religión lo ha dominado, acostumbrado y
traumatizado. Por Ej. Es difícil hacer comprender que la reunión puede hacerse
en cualquier lugar, la Iglesia es una reunión de dos o más personas reunidas en
el nombre del Señor Jesús en cualquier parte. Jesús se reunía con sus
discípulos en muchas partes, convivían, pescaban, viajaban, siempre fue una
relación Maestro – discípulo y a través de esas convivencias Jesús enseñaba.
Hoy en día la religión ha monopolizado e institucionalizado la doctrina
mediante seminarios y universidades teológicas, cobrando altas cuotas por
diplomas de estudios. Ya en la antigüedad los judíos tenían escuelas de
profetas y escuelas de maestros, sin embargo, Dios nunca usó un profeta de esas
escuelas.
Jesús
no salió de los escribas, ni de los fariseos, ni de los saduceos, ni de las
escuelas estatales, Jesús nunca hizo discípulos de los fariseos o saduceos, ni
de los intérpretes de la ley o escribas, antes, por el contrario, siempre los
calificó de hipócritas y corruptos, Jesús hizo discípulos de personas
trabajadoras, hombres del vulgo, pescadores, obreros, rebeldes y con esa clase
de gente hizo grandes obras (Hch 4:13).
Siempre usó lo vil y lo menospreciado, Dios nunca usará a un hombre cuya
plataforma doctrinal está fundamentada en la religión.
Actualmente
las reuniones congregacionales han perdido la objetividad Espiritual. Hoy las
reuniones se han convertido en un club social o en algo similar con una
membresía de la que reciben un aporte o cuotas por participar de un
espectáculo, o de un montaje con un show participativo y hasta a veces
interactivo, que tienen como objetivo apelar a los sentidos para estimular a
las personas. Existe toda una planificación estratégicamente y sicológicamente
bien preparada para estimular a las personas y mantenerlas en un éxtasis
emocional que es aditiva. Más que un culto racional de provecho es un medio
idolátrico de contemplación de personas anfitrionas que llevan a la multitud a
un estado embargado en un sentimiento de admiración y alegría.
La
Iglesia debe encargarse pura y exclusivamente al desarrollo Espiritual de sus
miembros y evitar todas aquellas actividades que estén fuera de ella.
Recomendaciones finales:
- No pierdas el amor
Apocalipsis 2
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer
amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y
quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
- No seas tibio
Apocalipsis 3
15 Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente,
te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y
de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. 1 8Por
tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues,
celoso, y arrepiéntete.
La Paz del Señor Jesús
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