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¿QUE ES LA IGLESIA?

Significado de “Iglesia”

Lamentablemente cada vez que se menciona esta palabra, la mayoría de las personas piensan en un edificio, es decir, en un espacio físico que se utiliza para actividades religiosas. Esto se debe a las doctrinas preconcebidas instauradas por las instituciones religiosas.

Lo cierto es que, llamar Iglesia a un espacio físico es una falacia.

 

Para entender el significado tenemos que remontarnos al origen y aplicación de la palabra:

 

Del griego ekklhsia [1416] “ekklisia”: etimológicamente significa “Llamados afuera”, y el concepto del mismo es "congregación", "asamblea", "comunidad".

El término deriva de la unión de dos vocablos:

ek  “ek”            = fuera de

klhsiv  “klisis” = Llamamiento          kalew [2262] “kaleo” = llamar, nombrar, reconocer

 

Traducida al latín y de allí al castellano, nos queda:

 

[IGLESIA: Congregación, asamblea, concilio. Conjunto de personas adeptos a las enseñanzas cristianas]

 

Entonces, el vocablo proviene del griego y hace referencia a la denominación de un antiguo vocablo usado para distinguir a un cuerpo colegiado reunido para considerar o determinar asuntos socio-políticos de un Estado. Esto, posteriormente redefinió el vocablo para darle el significado o traducción de Iglesia = “Asamblea”

 

Algunos sinónimos son: Concilio, Congregación, Reunión Grupal o Concurrencia.

 

Un poco de historia

Los judíos helenizados usaban esta palabra para designar a la congregación de Israel (En la versión LXX puede ser verificada), ya que ellos consideraban a Israel como la Congregación o Asamblea llamada por Dios fuera del mundo, que es una forma de decir “El Pueblo Escogido”.

 

El vocablo “ekklesia” o “Iglesia” es un vocablo griego que no se tradujo, sino que se mantuvo en su sintaxis por el valor doctrinal que implicaba tal palabra.

 

En las epístolas bíblicas podemos ver que el vocablo o palabra “ekklesia” pasa de un adjetivo verbal a ser un sustantivo para asignarla a la “compañía” de los congregantes.

También se usa esta palabra para hacer referencia a la congregación de un distrito, tomando cada vez más un valor directo al cuerpo colegiado de personas creyentes, ¡Cuidado! solo al cuerpo de creyentes no al lugar o espacio, un ejemplo de ello está en Ro 16:23, en la que denota que Gayo era “hospedador … de toda la iglesia” sugiriendo que la congregación en Corinto se reunía generalmente en casa, donde también Pablo vivió por un tiempo.

 

Hay que destacar que a medida que nos vamos acercando al valor doctrinal del vocablo “Iglesia”, no vemos en los Evangelios (Mt, Mr, Lc, Jn) al Señor Jesús hablar de la Iglesia como un objetivo o propósito determinado; Jesús nunca dijo a sus discípulos que fundaran Iglesias, tampoco les dijo que practicaran reuniones con horarios fijos los fines de semana y que se cantaran cánticos y que se realizaran meditaciones y otras cosas, es evidente que el Señor Jesús estaba evitando que el Evangelio se convirtiera en una religión.

 

Es importante denotar que Jesús ordenó predicar el Reino de los Cielos y expresó que sobre sí mismo edificaría la Iglesia Espiritual, no sobre “Pedro” (Mt 16:18), porque muchos argumentan (sobre todo la religión católica y algunas denominaciones protestante) que sobre Pedro se habría de edificar la Iglesia, sin embargo, el Señor Jesús le estaba diciendo a Pedro que si bien él es una "roca pequeña", Jesús sería para siempre la Piedra Angular (Ef 2:20-22) y que a Pedro se le daría la llave (Mt 16:19), (que "abriría", el que "iniciaría" el trabajo Espiritual) (Hch 2:14-42) (tan solo esto destruye por completo toda la estructura papal religiosa católica y sus argumentos que no son más que una mentira basada en la tergiversación o mala interpretación del versículo mencionado)

 

Así que la Iglesia más que un propósito, nace como consecuencia o fruto de la predicación del Evangelio sobre los creyentes. En las Escrituras podemos ver que la Iglesia (como congregación) nació de las prácticas comunes de mantenerse reunidos “unánimes” (Hch 1:14; 2:1; 2:46) y que tales reuniones eran buenas por lo cual esta práctica se estableció como un rudimento, como un “modus operandis” de los convertidos hasta la venida del Señor.

 

Podríamos decir entonces que:

La Iglesia es el conjunto de todos los hijos de Dios convertidos al Señor, que tienen en común una Fe y la perseverancia del Evangelio de la Vida Eterna.

La Iglesia son el conjunto de todos aquellos “llamados afuera” del mundo hacia la Luz.

 

Pero esto no implica que todos los que se reúnan sean parte de la Iglesia, como tampoco implica que las religiones sean consideradas iglesias.

 

Valor Doctrinal

Conociendo el significado del vocablo “Iglesia” sobre un contexto social, podemos indicar cuál es su valor doctrinal y lo que implica

 

¿Qué es la Iglesia?

Fue sencillo explicar el significado del vocablo, lo complicado es comprender su valor, para entenderlo miremos lo que el Espíritu Santo ha revelado a Pablo con respecto a esto:

 

Colosenses 1

18y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

 

24Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

 

1 Timoteo 3

15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

 

Efesios 1

22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

 

En estos textos que hablan de la Iglesia, Pablo usa la analogía de considerar a la Iglesia como un cuerpo humano. Consideremos al cuerpo humano; Sabemos que el cuerpo es lo más importante para el ser humano; Cada persona en este mundo quiere y estima en demasía su humanidad, cuida de su cuerpo. Cada ser humano se dedica a mantener y a cuidar el aspecto físico del cuerpo. Para la mayoría lo estético es lo más importante, dedican horas en gimnasios, deportes, salones de belleza, gastan mucho dinero en vestimenta, cosmética y medicamentos para la salud, hacen todo lo posible por mejorar la apariencia y estar bien, y si están enfermos asisten prontamente a un médico, si se ven delgado o gordo van a un gimnasio. ¿Quién no estima su humanidad?, nadie puede decir que no, le dedicamos mucho tiempo en alimentarlo, bañarlo, vestirlo, perfumarlo y llenarlo de accesorios preciados. Tenemos en mente que nuestro “yo” se refleja en los físicos.

 

De la misma manera “la Iglesia” es lo más importante para Cristo Jesús, y fue muy práctico en enseñarnos este valor. La Iglesia es Cristo juntamente con nosotros. Cristo es la cabeza y nosotros los miembros de su cuerpo. Cristo es la parte principal, la que dirige y mueve el cuerpo, esto implica que el cuerpo está o debe estar sujeto en obediencia a la voluntad de Jesús, no sujeto a la voluntad de hombres o a voluntad de la religión. Cristo es el que debe movernos y dirigirnos por medio de su Espíritu que mora en nuestro interior y las Escrituras es el manual de vida y actividad.

 

A su vez la Iglesia es “la habitación de Dios”, “casa de Dios”, columna y baluarte de la Verdad.

La Iglesia es de Dios, no de los hombres ni de la religión. Cristo es el dueño de la Iglesia, la Iglesia no es de los pastores, ni de los ministros, ni de ninguna religión cristiana. Jesús es el Señor de la Iglesia y los que ministran solo son siervos, solo son esclavos.

 

Valor particular

 

1 Corintios 12

27 ustedes, por lo tanto, son el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular

 

Efesios 4

15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

 

Colosenses 2

19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

De manera particular cada hijo de Dios convertido pasa a ser una célula en el Cuerpo de Cristo, una parte vital. La célula no es la Iglesia, la unión de ellas lo son. Con este criterio podemos decir que una célula no puede estar sola o separada de las demás, pues es dependiente de las actividades de sus pares, así que la célula por naturaleza quiere estar con sus compañeras, las necesita para vivir, esa unión es provocada por el amor que es una fuerte ligadura, una fuerte coyuntura, la cual utiliza para alimentarse y crecer.

Cada célula depende de la otra y todas en conjunto hacen al cuerpo.

 

No debemos pensar que la Iglesia está unida solo en las reuniones, no debemos pensar que el cuerpo es un rompecabezas que se arma en los días de reunión. Las reuniones hacen a la unidad congregacional, pero el cuerpo siempre está unido por el Espíritu Santo, en un mismo sentir, en una misma fe, en una única esperanza.

 

La Iglesia es Espiritual

 

Hechos 17

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

 

1 Corintios 3

16 ¿No saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual son ustedes, santo es.

 

1 Corintios 6

19 ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son suyos? 20 Porque han sido comprados por precio; glorifiquen, pues, a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.

 

La Iglesia de Cristo es Espiritual, no hay nada material que pertenezca al Cuerpo; Dios no habita en templo de materiales. No debemos pensar bajo ningún punto de vista o conceptos propuestos por hombres o religión que el edificio de reunión, las casas, las sillas, el pupitre, las biblias y todo aquello que sea tangible sea la Iglesia o tenga algún valor similar a ella.

Se comete un grave error y una difamación cuando tratamos a las cosas materiales como Iglesia o parte de ella.

 

Hechos 17

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; puesto que él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

 

Y si aún pensamos que al lugar o edificio podemos llamarlo “Templo” incurrimos en otro grave error, pues nosotros somos “El Templo de Dios”. Dios no necesita un espacio o una superficie en este mundo, de Él son todas las cosas y por Él subsisten. Dios nos ama a nosotros y quiere estar en nosotros, no en lo que hagamos con las manos.

Y si aún pensamos en llamar al edificio o lugar de reunión “Casa de Dios” incurrimos en otro grave error, porque la Casa de Dios es la masa congregacional, no lo material.

El espacio físico o salón de reunión es solo eso, un “local de reunión cristiana”.

 

La Iglesia es parte del Reino de Dios y no de la religión

 

Anteriormente a la Iglesia, Dios había establecido un Pacto con el pueblo judío y estableció su reino con ellos, pero dada su terquedad y dureza, el reino fue quitado de ellos y dado a los gentiles, estableciendo en ellos un Nuevo Pacto una nueva constitución en el Espíritu, a ese reino pertenece la Iglesia

 

Mateo 21

43 Por tanto les digo, que el reino de Dios será quitado de ustedes, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

 

Lucas 22

29 Yo, pues, les asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,

 

Hebreos 12

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

 

1 Tesalonicenses 2

12 y les encargábamos que anduviesen como es digno de Dios, que los llamó a su reino y gloria.

 

1 Corintios 15

50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

 

Un hijo de Dios es parte del Reino de Dios porque cree en el Señor Jesús y se ha bautizado en su nombre y persevera en la sana doctrina impartida por el Espíritu.

La unidad y la esperanza llevan a cada uno a compartir y a interactuar con sus pares.

 

Hasta aquí esperamos con gozo que a través del contexto bíblico cada uno comience a corregir los conceptos que tenía con respecto a la Iglesia y que se despoje de los rudimentos impuestos por las religiones, pues es a causa de las religiones que la Iglesia ha perdido el valor Espiritual de muchas Palabras que deberían ser fundamentales para su desarrollo. Es a causa de las religiones que la Iglesia de Cristo en vez de estar unida, está dividida por doctrinas de hombres, divididas por denominaciones (pentecostales, bautistas, metodistas, libres, ortodoxos, etc.) en definitiva, está dividida por la ambición de hombres corruptos que usan la Fe como fuente de ganancia y dominio intelectual.

 

Las reuniones y sus actividades

 

Mateo 28

19 Por tanto, vayan, y hagan discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado; y he aquí yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

 

Reiteramos que, a partir de la comisión de Jesús a sus discípulos, nace la Iglesia.

Recordamos que uno es miembro de la Iglesia, si y solo si el Espíritu de Cristo mora en su interior.

El hecho de haber comparado al hijo de Dios como una célula que necesita a las otras nos lleva a comprender la necesidad de establecer reuniones para compartir, orar, velar, alabar, enseñar y meditar.

 

Analicemos un poco la Iglesia primitiva:

 

Hechos 2

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. 43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

 

Hechos 4

32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.

 

Al leer esto, preguntamos: ¿Cuánto se parece el formato de congregación actual con respecto al modelo bíblico? ¿Cuantas de sus actividades son las nuestras? Tenemos las mismas prácticas, las mismas metas? Tenemos mucho que rever y considerar.

 

Pero, las reuniones entonces son una consecuencia de la actividad propia de la Iglesia. Las reuniones son herramientas rudimentarias basadas en principios que más adelante describiremos, que por ahora diremos que NO es una obligación sino una necesidad Espiritual basada en el amor a Dios y al prójimo.

 

1 Corintios 14

26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando se reunen, cada uno de ustedes tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.

 

Después de que Jesús ascendió al Cielo desde el Monte de los Olivos, los primeros discípulos y seguidores permanecían unánimes (Hch 1:14), hasta que descendió el Espíritu Santo y el Reino de Dios comenzó a crecer y expandirse por todo el mundo. Consecuencia de esto grandes multitudes de gentes de todas las naciones se convertían al Señor, despojándose de todo por seguir y esperar al Señor. Fue que sujetos a la esperanza de su venida que las reuniones fueron una herramienta útil para complementar y completar la edificación Espiritual de los que se convertían; Por lo tanto, las reuniones se establecieron como régimen usando, primeramente, las casas de los conversos como centro de reunión. Las prácticas y actividades en las reuniones nacieron de las Palabras de Jesús y de los apóstoles:

 

Mateo 18

20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

 

Las alabanzas y oraciones como actividad de la Iglesia

 

Efesios 5

19 hablando entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en sus corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesús el Cristo.

 

Hebreos 2

12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré.

 

Hebreos 13

15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada Dios.

 

Las enseñanzas y meditaciones como actividades necesarias en la Iglesia

La mejor actividad de la Iglesia es la impartición de enseñanzas, porque con ellas se corrige absolutamente todo, situaciones, sociales, situaciones personales, situaciones espirituales, etc.., siempre y cuando se utilice las Escrituras como única fuente de enseñanza.

 

Hechos 11

26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

 

Colosenses 3

16 La palabra de Cristo more en abundancia en ustedes, enseñándose y exhortándose unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en sus corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él

 

La Cena como actividad en la Iglesia

 

1 Corintios 11

23 Porque yo recibí del Señor lo que también les he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomen, coman; esto es mi cuerpo que por ustedes es partido; hagan esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto todas las veces que la bebieren, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comieren este pan, y bebieren esta copa, la muerte del Señor anuncian hasta que él venga.

 

Concluimos entonces que las reuniones y sus actividades son necesarias y son parte de la Obra Espiritual complementaria para edificación.

 

Hebreos 10

23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto ven que aquel día se acerca.

 

Resumiendo, podemos mostrar que los objetivos fundamentales de las reuniones son:

 

- Edificación Espiritual del Cuerpo de Cristo mediante la impartición de enseñanzas basadas en la Sana Doctrina, usando como herramientas las Escrituras para exhortar en toda sabiduría.

 

2º - Velar en continua oración.

 

3º - Compartir alabanza y adoración al Señor Jesús con himnos y cánticos Espirituales.

 

4º - Amar al prójimo velando por la necesidad de los más necesitados, ocupándonos de ellos, considerando el siguiente orden: Primeramente, huérfanos, en segundo lugar, las viudas, en tercer lugar, los pobres.

 

5º - Practicar la Cena ordenada por el Señor

 

La Iglesia no debe salirse de los objetivos anteriores, la Iglesia está para contener a los hermanos, para edificarlos Espiritualmente y completar la perfección.

Hacemos notar que en ninguna parte del Nuevo Testamento (ni siquiera fue ordenado por Jesús) la construcción de edificios, ni la formación institucional jerárquica, ni la implementación de instrumentos musicales, ni la recaudación de dinero, ni la prestación de servicios comunitarios para los que no son de la Iglesia. Todas estas cosas fueron impulsadas por falsos ministros (nicolaítas, balaamitas, jezabelitas) que se impusieron después de la muerte de los apóstoles (Hch 20:29; 2 Pe 2:1-3) con el único fin de comercializar y enriquecerse y mucho de eso se ve en la práctica actual promovida por las instituciones religiosas.

 

Hoy en día, la religión ha predominado mucho sobre la Iglesia, la ha institucionalizado y centralizado con reglas humanas y se ha impuesto con actividades, aptitudes y costumbres religiosas que se imponen a los congregantes y que no pertenecen a la Iglesia.

 

Es muy difícil despertar a un hijo de Dios que ha bebido por mucho tiempo el vino de la religión, es muy difícil que un cristiano derribe en sí mismo los argumentos y procesos con lo que la religión lo ha dominado, acostumbrado y traumatizado. Por Ej. Es difícil hacer comprender que la reunión puede hacerse en cualquier lugar, la Iglesia es una reunión de dos o más personas reunidas en el nombre del Señor Jesús en cualquier parte. Jesús se reunía con sus discípulos en muchas partes, convivían, pescaban, viajaban, siempre fue una relación Maestro – discípulo y a través de esas convivencias Jesús enseñaba. Hoy en día la religión ha monopolizado e institucionalizado la doctrina mediante seminarios y universidades teológicas, cobrando altas cuotas por diplomas de estudios. Ya en la antigüedad los judíos tenían escuelas de profetas y escuelas de maestros, sin embargo, Dios nunca usó un profeta de esas escuelas.

Jesús no salió de los escribas, ni de los fariseos, ni de los saduceos, ni de las escuelas estatales, Jesús nunca hizo discípulos de los fariseos o saduceos, ni de los intérpretes de la ley o escribas, antes, por el contrario, siempre los calificó de hipócritas y corruptos, Jesús hizo discípulos de personas trabajadoras, hombres del vulgo, pescadores, obreros, rebeldes y con esa clase de gente hizo grandes obras (Hch 4:13). Siempre usó lo vil y lo menospreciado, Dios nunca usará a un hombre cuya plataforma doctrinal está fundamentada en la religión.

 

Actualmente las reuniones congregacionales han perdido la objetividad Espiritual. Hoy las reuniones se han convertido en un club social o en algo similar con una membresía de la que reciben un aporte o cuotas por participar de un espectáculo, o de un montaje con un show participativo y hasta a veces interactivo, que tienen como objetivo apelar a los sentidos para estimular a las personas. Existe toda una planificación estratégicamente y sicológicamente bien preparada para estimular a las personas y mantenerlas en un éxtasis emocional que es aditiva. Más que un culto racional de provecho es un medio idolátrico de contemplación de personas anfitrionas que llevan a la multitud a un estado embargado en un sentimiento de admiración y alegría.

 

La Iglesia debe encargarse pura y exclusivamente al desarrollo Espiritual de sus miembros y evitar todas aquellas actividades que estén fuera de ella.

 

Recomendaciones finales:

 

- No pierdas el amor

 

Apocalipsis 2

4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

 

- No seas tibio

 

Apocalipsis 3

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 1 8Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

 

La Paz del Señor Jesús


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